30 de marzo de 2011

Se agota la esperanza

1-1. Empiezo por confesar que no pude ver el partido entero. Sólo la primera parte, y por la tele. Había en todos unas ganas especiales de meterle mano al Granada, ya no solo para resarcirse del recuerdo del partido de ida sino para imponerse sobre uno de los rivales directos por el ascenso, de momento. Digo de momento porque no está claro el rumbo que va a tomar el Xerez de aquí al final, en las 11 jornadas que quedan. El pasado domingo el Granada se impuso durante buena parte del partido. Pese a su planteamiento aparentemente defensivo, dio siempre sensación de controlar mejor el partido que los xerecistas. Sin intención de hacerse con la posesion del balón, los granadinos se plantaron confiados en jugar al contraataque, fundamentalmente por la banda izquierda (todo un colaero Edu Moya para el bueno de Dani Benitez, que por suerte no estuvo fino del todo).

Recuerdo que la carta de presentación de Javi López fue su gusto por la posesión de balón, la presión, las líneas adelantadas... y, sin embargo, creo que los partidos así, con el rival en plan 'conservador', sólo están sirviendo para dejar en evidencia la falta de ideas y de equilibrio del equipo. Mover la bola fuera del perímetro de la defensa rival no sirve de nada si no se encuentra un buen desmarque o si no se tiene a un delantero centro fijo al que tener como referencia, servir balones y apoyar. En este sentido, Jose Mari tuvo que retrasar demasiado su posición para lograr intervenir. Las toca todas, le da continuidad al juego... pero su pluriempleo no favorece la pegada.

Lógicamente, quedan muchas cosas por analizar sobre las carencias del equipo. Y a día de hoy son tantas que cada vez quedan menos esperanzas de que el Xerez emita la señal definitiva para hacernos creer que sigue siendo capaz de acabar en puestos de playoff de ascenso. Mirando ya el resto del calendario, con 33 puntos en juego y pudiendo quedar hasta 8º (tras los dos filiales, que no cuentan), parece que sigue habiendo margen. Sin embargo, no conviene tampoco acostumbrarse a ver esos puestos de privilegio desde fuera, a una barrera que, por suerte, todavía es de 3 puntos. Teniendo en cuenta que pronto recibimos al Betis y que hay que enfrentarse a Rayo y Celta en las tres últimas jornadas, hay que servirse de este tipo de encuentros para recobrar la grandeza reciente, que no deberíamos dejar atrás tan pronto.

21 de marzo de 2011

Enésima oportunidad para agradar a Chapín

Desde el 4 de febrero no ganaba el Xerez un partido. Fue 1-0 contra el Barça B, antes de que los aventajados ‘teenagers’ de Luis Enrique retomaran su cómodo tránsitar por la 2ª División. La trabajada victoria del viernes, esta vez frente al filial del Villareal (1-2), no permite conclusiones demasiado profundas, si bien sirve para cortar otra mala racha de resultados. Y que haya sido fuera de casa, frente a un rival situado por encima en la clasificación, habla bien de la actitud del grupo. Más allá de eso, la palabra para definir la temporada es irregularidad. No ya del equipo, sino de la categoría. Si no, no se explica que, permitiéndose tantos pinchazos, el Xerez siga enganchado al grupo que lucha por acabar en los play offs de ascenso.

En una competición tan larga como la 2ª División, con sus 42 partidos, mantener una cierta mentalidad competitiva es fundamental. Por eso estoy empezando a ser menos crítico con el entrenador, Javi López. Si el primer triunfo fue conformar una plantilla, atrayendo además a nombres propios solemnes como Capi o Jose Mari, hablar ahora de luchar por volver a ascender es una pasada. No hay que olvidar que, afortunadamente, esa es la referencia que tiene el equipo desde el principio de temporada, de acuerdo a los resultados, no a ningún tipo de especulación ambiciosa. Y mientras siga siendo así, más lejos queda y menos se piensa en el descenso. No haber mirado demasiado hacia los puestos bajos hasta ahora es un gustazo, y un merito atribuible a toda la plantilla, en la que incluyo al entrenador. La duda que queda, como siempre, es si éste está sacando todo el potencial a los jugadores de los que dispone. Probablemente, no todo. Pero tampoco hay una situación decadente, ni mucho menos. Fíjense en Esteban Vigo: lo acaban de echar del Hércules.


Con todo esto, creo que esa buena actitud que tienen los jugadores del Xerez tiene que cuajar, empezando por brindar una nueva victoria a la afición. El partido del próximo domingo es una oportunidad excepcional. Visita Chapín el Granada, supuestamente un rival directo en las aspiraciones de ascenso. Un derbi andaluz en el que se dan las condiciones idóneas para la venganza. En la ida, un Xerez en forma, arriba en la tabla, visitaba Los Cármenes dispuesto a ampliar su buen momento. Eso pensaron los miles de aficionados azulinos que se desplazaron para padecer el frío invierno granadino y la manita que nos endosó el combinado de ex xerecistas, con hat-trick del desmemoriado Geijo, con sus ostentosas celebraciones. El domingo será el primer partido de la primavera, y han cambiado algunas cosas. Ahora son los granadinos los que llevan una marcha firme, pese a haber sumado sólo dos puntos en los últimos cuatro partidos: derrotas ante Girona y Salamanca, y empates a uno ante dos de los tres de la cabeza: Rayo y Celta. Esperemos que la llegada del buen tiempo alegre un poco el juego del equipo y le aporte algo más de consistencia y pegada, con el bálsamo de la última victoria. Una gran ocasión para la venganza deportiva, y la enésima oportunidad para agradar a Chapín.

11 de marzo de 2011

Aplausos a Mascherano

Vengo escuchando y leyendo críticas  a la reacción de parte de los presentes en la rueda de prensa de Mascherano del pasado martes, tras la victoria ante el Arsenal. En resumen, ‘El Jefecito’ habla sorprendentemente claro para lo que es la tónica habitual de un acontecimiento así, y dice cosas como las siguientes:


Los aplausos de los periodistas al final de la conferencia han sido considerados por algunos como improcedentes y como un ejemplo más del ‘forofismo’ que, es cierto, habita y prospera en los bandos, cada vez más radicalizados, de la prensa deportiva española. Yo tengo un punto de vista totalmente contrario y me gustaría expresarlo.

Los aplausos se producen tras la rueda de prensa, por lo que la labor del periodista ya ha acabado. Su cometido es, durante la comparecencia del futbolista, intentar generar declaraciones noticiables con sus preguntas. Ya no hablamos de objetividad, porque la mayoría de las veces esas preguntas han de ser pretenciosas para que el protagonista pique y diga lo que la gente quiere escuchar. Normalmente, el sujeto nunca entra al trapo, y las ruedas de prensa se convierten en la vergüenza del periodismo deportivo: una oda a la banalidad y un ejercicio de idolatría al cazurro.

Volviendo al caso concreto, el otro día los periodistas lo tuvieron fácil con Mascherano. La actuación arbitral fue desacertada en muchos momentos, el árbitro expulsó a Van Persie por una tontería después de indultarlo… El Arsenal (Wenger, Nasri…) declaró pronto su indignación. 19 tiros del Barça, 0 del Arsenal, destacaría la portada de L’Equipe al día siguiente:


La tensión vivida durante el partido y la polémica suscitada pese a las evidencias futbolísticas fueron suficientes para encender, por sí solas, a Javier Mascherano. Los periodistas no tuvieron más que hacer una mínima referencia a las circunstancias para que el argentino ofreciera una muy jugosa rueda de prensa, crecido por su progresión ascendente, su partidazo y su protagonismo clave robando un balón milagrosamente al final del partido.

Y pese a todo, hay que estar triste. Defender una hipotética neutralidad en post de preservar los presuntos valores del periodismo es bastante hipócrita en este caso. Por eso considero razonable que aplaudiera y manifestara su entusiasmo quien quisiera, en este caso los periodistas dedicados a cubrir al Barça. Como si no se conocieran las caras y los colores de cada uno. Como si no se supiera ya que hay periodistas especializados que viven por y para ese club, y no pasa nada. Por eso, reitero, es hipócrita ofenderse ante eso.

El trabajo de esos periodistas, insisto, está durante y después de la rueda de prensa, cuando elaboren las piezas, artículos o cortes que les toquen. Y es eso lo que hay que evaluar.  No puede ser condenable que alguien celebre ya sea el triunfo de su equipo, haber sido espectador de un partidazo o, simplemente, haber sido testigo de una rueda de prensa jugosa, por una vez. Vamos a quitarnos las caretas y a criticar lo que de verdad es grave. Que no voy a aleccionar con ejemplos pero esto, seguro que no.

10 de marzo de 2011

El Barça lucha por un final feliz

La eliminatoria entre Barça y Arsenal ha estado a la altura de un buen guión cinematográfico: traición, polémica, suspense… pero, al final, ganan los buenos. Luchando contra los elementos durante toda la trama, al Barça le dio tiempo de enmendar sus propios defectos y los impedimentos externos para terminar imponiéndose como el “bueno”, no por bondad, sí por calidad.

La falta de tono en ataque que arrastra el equipo favoreció que el duelo estuviera envuelto de tensión hasta el final. Bueno para el espectáculo, desde luego. Ya en la ida, el equipo catalán dominó buena parte del partido, acaparando, como suele hacer, la posesión y las ocasiones. Sin embargo, terminó conformándose con el solitario gol de Villa y lo pagó caro, en diez minutos en los que el Arsenal traicionó el orden natural de las cosas. Los dos goles de los ingleses, en la fase final del partido, supusieron un bofetón justificable, merecido incluso. Dos contraataques letales, superiores en estética al fútbol-control culé, tornado estéril e injustificadamente parsimonioso.

El 2-1 de la ida aportó un argumento evidente al discurso de Guardiola, tradicionalmente prudente. Aun así, el resultado obtenido en el Emirates se pudo interpretar como un reto asumible para los culés, teniendo en cuenta el valor que tiene marcar fuera de casa y, sobre todo, el factor Camp Nou. En los últimos dos años (campeón en 2009 y semifinalista en la edición pasada), el Barça no había ganado ningún partido fuera de casa en eliminatorias de Champions. Todo enmendado gracias al ‘estadi’.

La eliminatoria entre catalanes y londinenses ha estado repleta de matices, inflexiones, polémicas y tensión, algo que ha dotado de heroicidad la remontada del Barça. Una de las razones por las que el culé debe sentirse especialmente orgulloso es porque lo del martes no deja de ser una remontada. Acostumbrados a manejar los partidos desde el terreno de juego y el marcador, esta victoria ha resaltado la mentalidad del grupo, toda vez que el trabajo y la calidad son conocidos. Cuando no hay lucidez, se ha sabido tirar de casta, el argumento a recurrir cuando no se puede acceder a la excelencia.

Viendo los apuros por los que pasó el Barça el martes, queda el consuelo de que hay posibilidad de mejorar el rendimiento, tanto a nivel individual como grupal. Y no sería ninguna incertidumbre. De hecho, la mejor versión conocida lo ganó todo en un 2009 mágico. Hoy vuelve a estar en una situación privilegiada para soñar con culminar un mes de mayo antológico.

4 de marzo de 2011

Guardiola se cae del once contra el Zaragoza

Finalmente, Pep Guardiola no ha superado las pruebas sobre su maltrecha espalda y no estará contra el Zaragoza. "De esta forma, todo apunta a que el Barça mantendrá su centro del campo habitual y formará con Busquets, Xavi e Iniesta de inicio", faltaría por añadir.


Es sorprendente ver el tratamiento que están haciendo los portales deportivos sobre el asunto. Debe ser la inercia al redactar, pero la 'no convocatoria' del míster está siendo transmitida, o al menos esa es la sensación, como si de un futbolista importante se tratara.


Creo que la ausencia de Guardiola en el vestuario no es tan determinante como para darle tanta importancia. Sabemos que es un gran motivador, un obseso de la prudencia y de la disciplina, pero también esta plantilla tiene suficiente madurez y ciertos avales para que no sea ninguna calamidad enfrentarse, sin su instrucción personal, al Zaragoza mañana en casa (que encima viene entregado). Tranquilos que llegará, como Puyol, para el Arsenal.

A propósito, empiezo a estar bastante quemado de los vicios de la prensa deportiva española. Que Cristiano Ronaldo y Mourinho tengan que aparecer todos los días, pase lo que pase, aunque no pase nada, raya lo enfermizo. Y no es periodismo. Si no hay nada que contar... pues eso, no hay nada que contar. Hoy porque se ha lesionado el chaval, pero en verano son sus uñas de los pies. El fenómeno de los jueguecitos de palabra con el prefijo 'mou' es otra... Quizá no sea el más indicado para hablar con neutralidad sobre este asunto, pero si alguien tiene la sensación de que con Guardiola y Messi pasa lo mismo, me parece que éstos son bastantes más discretos, y transmiten ser mejores personas. Que ya que les tenemos hasta en la sopa, es menos desagradable.