9 de diciembre de 2010

Chygrynskiy condena a Fábregas

La fase de grupos de la Champions ha terminado con algunas sorpresas en el orden de los equipos. Una de ellas es la del grupo H, en el que el Arsenal ha quedado segundo, con el Shakhtar Donestk como líder. En realidad, la sorpresa no ha sido tanta, ya que ambos llegaban a la última jornada en esas posiciones, y han terminado cumpliendo su cometido: ganar a Partizan y Sporting de Braga respectivamente.

Uno de los factores que han condenado al Arsenal a enfrentarse en octavos a un cabeza de grupo es la derrota por 2-1 en casa de los ucranianos del Shakhtar en la cuarta jornada, con Chygrynskyi anotando el gol de la victoria (a partir del 1:30 en el video). Aquel detalle ha resultado ser determinante, junto a la seguida derrota de los ingleses ante el Braga.


Chygrynskiy, un culé que salió por la puerta de atrás el mismo verano en el que Cesc fue el máximo objeto de deseo del Barça, con un culebrón en el que parecía que el fichaje del catalán era imperiosamente necesario... cuando no.

En cuanto al Barça en sí, no entiendo que el sorteo de octavos se haga el viernes 17 y no mañana mismo. Sé que lo hacen para unificarlo con el de la Europa League, cuya última jornada se disputa la semana que viene. Pero sigo sin entender la necesidad de tener que esperar una semana y sincronizar dos asuntos diferentes.


Al Barça no le pueden tocar ni Valencia ni Copenhague. Mi orden de interés para el sorteo, por lo asequible del rival, sería: Marsella, Lyon, Roma, Arsenal, Milan, Inter. Sitúo al Arsenal tercero por varios motivos: su endeblez para imponerse en los partidos y el pasado reciente. Ya el año pasado medimos fuerzas con ellos y fue una de las exhibiciones más gratificantes de la temporada. En cuanto a los milaneses, respeto mucho a Eto'o, y el Milan deberá mostrar alguna vez en Europa algo que avale su liderato en la Serie A.

5 de diciembre de 2010

El once de la alegría

He tardado tanto en actualizar el blog tras el Clásico porque, entre otras cosas, no estoy facultado para ofrecer la calidad literaria de las crónicas de Ramón Besa. Firmo bajo cada una de sus palabras en el relato sobre el histórico 5-0 del lunes. La emoción, la euforia y el placer fueron tales que materializar con palabras esas sensaciones haría que éstas mismas perdieran su intensidad.


Sobre el partido en sí, todo el mundo vio lo que pasó. Mi inquietud estaba en si el Real Madrid atosigaría especialmente desde el centro del campo para salir rápido. Y no fue así. El entrenador merengue, antes traductor, se la jugó con el 'Once de la Alegría', que anoche contra el Valencia fue el de la 'Antidepresión', rehaciéndose de la crisis existencial que el paso por el Camp Nou les provocó.


Ya vuelve el Madrid a su Liga: la de ganar a todos menos al Barça, con la prensa deportiva más poderosa de su lado, presionando por desgastar al Barça día a día, inflando la ilusión de los ilusos y vendiendo antidepresivos cada vez que se les pincha el globo, tras cada Clásico. Tras CADA Clásico. Es que la máquina de manipulación quema mucho. Más cuando uno quiere ser periodista deportivo.

En definitiva, es innegable que las circunstancias en las que llegaba este partido han contribuido a vivir un plus de euforia ante un nuevo baño futbolístico que, al fin y al cabo, no dejó de ser justo y necesario.