1 de noviembre de 2010

Dos manitas y un mundo

La jornada del sábado dejó los mismos resultados para Xerez y Barça: 5-0. Sólo que uno ejercía de visitante y le tocó encajarla, mostrando de nuevo su peor versión, y el otro acabó con sus dudas más recientes gracias a una goleada que reafirma la moral de la afición.

El Xerez confirmó que su versión positiva no es nada fiable. Las cuatro victorias consecutivas de no hace tanto sirvieron para generar una ilusión justificada, pero visto lo visto ayer, uno vuelve a la versión prudente de que suficiente tenemos con haber montado una plantilla entera en mes y pico. Bastante bien estará no sufrir por ir bajando muchos puestos.


Se cumplió lo que me temía: Mario Bermejo más solo que la una arriba. Los dos extremos, desacertados, y el centro del campo, con Cordero y Héctor Font horribles. Aún así, lo peor de todo fue el repertorio de Vicente Moreno, desubicadísimo, nulo en el central. No sé por qué está jugando en esa posición mientras Gerard sigue en el banquillo, la verdad. Me temo que este entrenador no tiene nada especial, por decirlo de una forma diplomática. El planteamiento inicial de Granada no garantizaba goles a favor, y sí los encajados, repito, con Moreno en la zaga.

La exhibición del Barça es conocida. Volvió a ofrecer su mejor versión, la que le ha llevado a ser el mejor. Muchísima velocidad desde el principio, para mover la pelota, robarla y seguir atacando hasta que cae el primero y, cuando el equipo se comporta así, la correspondiente goleada.

Aquí podéis apreciar claramente la ansiedad del Guaje... por agradar con golazos.

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