Dominio, goles, buena imagen y al final... lo previsible

La trascendencia que le consideré al cruce copero ante el Levante ya la intenté transmitir en el post previo al partido de ida. He de decir que no me salen más que tópicos para titular lo acontecido: 'rozar el sueño/la remontada', 'victoria insuficiente'... En cualquier caso, el Xerez ha perdido en casa, ganado fuera y empatado la eliminatoria: 4-4. Y queda eliminado por el doble valor de los goles como visitantes. Se puede afirmar sin titubeos que el 'Momento All Bran' en la ida, cuando el equipo ganaba 2-1 y se dejó ir hasta el 2-3, ha sido definitivo, tal y como parecía antes de que se jugaran los 90 minutos de Valencia.

No he visto ninguno de los dos partidos, básicamente porque no los han televisado. Me parece una vergüenza que haya partidos que se queden sin ser televisados, con equipos del fútbol profesional, ese en el que meten las narices todos los que pueden, hasta el punto de deformar los nombres reales de las competiciones. ¿Liga Adelante?... Ahí es cuando uno nota que esto es un negocio, en el que hay que hablar de rentabilidad empresarial por encima del respeto a los aficionados.

En fin, la de ayer fue una noche en que Antoñito me calló la boca con dos goles que transmitieron mucha ilusión a quienes íbamos escuchando en la radio que el Xerez tenía contra las cuerdas al equipo levantinista. Según pude averiguar, Lombán estuvo a punto de clavar una falta, con el balón colocado a la escuadra, obligando a Munúa a hacer un paradón. Probablemente, las ganas del equipo en consumar la hazaña hizo que alguno se tensionara en exceso y el equipo acabara con 9, tras las expulsiones de Edu Moya y el inédito Perone.

El central brasileño Perone sólo ha jugado en Copa hasta ahora

Y como anoche jugaron casi todos, también le tocó al Barça. Es oportuno valorar la impresión que deja la verticalidad y la decisión de Nolito en su gol, nada más empezar el partido. Pero por encima de todo, Thiago aprovechó una nueva oportunidad para exhibir su sobresaliente calidad, que es un paso mucho más firme  que 'apuntar maneras', algo en lo que se quedan muchos otros. Reconforta su capacidad de convertirse en referencia del fútbol del Barça, con un despliegue físico y un manejo de balón sobrados para conseguir dominar una buena parcela del campo. Ayer, mientras veía a Thiago, me preguntaba: si Xavi cuando empezó no parecía lo que hoy es, ¿dónde llegará éste?

Uno queda muy satisfecho al ver cómo el Barça puede sacar un equipo B de garantías, entre los talentosos canteranos y los suplentes de la primera plantilla. Lo bueno es que ha habido solvencia no ya para pasar una eliminatoria ante el Ceuta sino para ganar los dos partidos, no pasar apuros en ningún momento, golear y, sobre todo, conservar el estilo de una manera seria, disciplinada, voluntariosa y efectiva. Desde luego, si podemos considerar que acierta el lema de que el Barça es más que un club, La Masía contribuye muy felizmente a ello.